
Javier Milei no ganó solo una elección, ganó una narrativa. Su triunfo fue el desenlace de una larga decadencia política, económica y moral. Argentina no votó por un programa, votó por un grito.




El cuarteto de músicos del Titanic seguía tocando, aparentemente imperturbable, mientras el barco, destrozado y a la deriva, daba sus últimos suspiros antes de hundirse en las heladas aguas del Atlántico norte.
Opiniones08/09/2024 Por Hernán Camarero
Sin responsabilidad por ese infortunado desenlace y fuera de la realidad, al menos había una actitud altruista en ellos, la de entregar las más bellas melodías a todos mientras afrontaban sus pocos minutos de vida. Un gesto poético. En cambio, Milei y su tripulación de ministros, asesores y compinches expertos en grandes fracasos y propiciadores de estropicios económicos (Sturzenegger, Caputo, Espert), nos regalaron esa foto increíble y pavorosa el jueves por la noche. Todos sonrientes y desafiantes, con gritos de guerra «anti déficit» y prometiendo el veto furioso a un miserable aumento a los jubilados, mientras simulan desinterés ante la sucesión de derrotas legislativas y las fracturas expuestas entre sus propias filas.
Podrían haber regalado rostros adustos y preocupados. Pero no. Son capitanes metidos en una nave casi destruida, y que en este gélido invierno sólo tiene en el horizonte más témpanos, pero orgullosamente se autoperciben como exitosos responsables de un yate de lujo bien direccionado hacia un destino venturoso. El siempre sonriente Adorni (ver Jim Carrey en «Tonto y Retonto») completa el cuadro, listo para negar ante los medios lo evidente a simple vista: que el buque está escorado y en peligro, pletórico de porcentajes de pobreza e indigencia vergonzantes, salarios degradados, despidos en masa, recibos de jubilación de indigencia, tarifas de servicios públicos con incrementos siderales, aumentos exponenciales de los alquileres habitacionales, universidades y un sistema de ciencia y técnica arrasados en su financiamiento. La expectativa está situada en mantener las encuestas aparentemente favorables, que indicarían que todavía habría demasiados que «sí la ven», aunque con esperanzas cada vez más enmohecidas.
Más aún, el gobierno de la extrema derecha y sus voceros periodísticos festejan la «conquista» del 4% de inflación mensual y la baja del déficit fiscal. No hace falta ser muy avispado para entender el contexto general de este «logro», pues lo viven la casi totalidad de habitantes, con excepción de la timba financiera, tenedores de bonos y acreedores de la deuda. Hay una recesión brutal inducida y sólo equiparable a los momentos de la cuarentena en plena pandemia, que profundiza la ya existente en 2023. Los neoliberales al mando ni siquiera pudieron cumplir el tan declamado freno a la emisión monetaria, y claro que ni querrían evocar las humoradas acerca de la dolarización o el cierre de un BCRA, al frente del cual pusieron a uno de los suyos. La baja inflacionaria sólo es artificialmente sostenida por el persistente atraso cambiario que, a modo de resorte comprimido, luego despegará en algún momento próximo con un salto devaluatorio: también opera la motosierra oxidada y, sobre todo, la licuadora y la bicicleta loca que posterga a un futuro, cada vez menos administrable, las obligaciones de pago y los inevitables reacomodamientos de precios y haberes.
Los libertarios prometen más daño, a eso vinieron. A intentar alterar la correlación de fuerza entre las clases y a propinar una derrota histórica a los trabajadores. Sus mayores proezas, hasta el momento, son las confiscaciones de salarios y jubilaciones, la desocupación creciente, el ajuste en las condiciones mínimas para la reproducción social de la población (salud, educación, vivienda), la deseada contrarreforma laboral atisbada en la Ley Bases y las distópicas enunciaciones del Pacto de Mayo. ( en tiempoar.com.ar)

Javier Milei no ganó solo una elección, ganó una narrativa. Su triunfo fue el desenlace de una larga decadencia política, económica y moral. Argentina no votó por un programa, votó por un grito.

El país como un páramo vacío de almas. Los conquistadores vuelven al desierto a quedarse con las entrañas de la tierra. Quedó en claro que las urnas no son herramientas de transformación sino de fraude emocional. Ahora el país, el que habitarán nuestros niños, es una zona de sacrificio en manos del prostituyente que la compra.

Con la excusa de las buenas prácticas, Diputados y el agronegocio están elaborando una ley que prevé una distancia de 10 metros para fumigaciones terrestres y 45 para aéreas. Los mismos que obtienen los beneficios los regulan. Las poblaciones fumigadas fueron ignoradas.

En estos tiempos en los que la Argentina ha desaparecido como nación independiente es fundamental recordar el ecocidio de La Forestal como mecánica de funcionamiento de la explotación irracional, consecuencia de negocios financieros y el supuesto interés de la ayuda de los imperios.

La infancia ha padecido y sigue padeciendo, a lo largo de la historia, las peores consecuencias en los conflictos bélicos, en los terrorismos estatales, en los sismos. Hambruna, orfandad, heridas de gravedad. Infinitas oscuridades que fueron tiñendo de dolor los cuerpos más cargados de fragilidades. En Gaza, ya se los identifica como WCNSF, una sigla que significa Niño herido sin familiares supervivientes.

¿La tierra y la tradición, es parte de nuestra identidad? generó un gran debate en el Concejo Deliberante extendiéndose a la sociedad por la oportunidad del monto destinado a la contratación de un artista, pero no es parte del debate si el evento es conveniente para generar movimiento por tres días o cumple el objetivo de instalar a Morteros como un lugar turístico.



El 4, 5 y 7 de noviembre, con la organización de la Facultad de Filosofía y Humanidades (FFyH) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), se realizarán las Jornadas de Homenaje a Agustín Tosco, el sindicalista de Luz y Fuerza, que falleció 50 años atrás, el 5 de noviembre de 1975.

Se suman en el Congreso los proyectos sobre maltrato y crueldad animal. El último que se presentó lo redactó la diputada nacional Silvana Giudici (PRO), quien propuso crear el denominado Registro Nacional de Personas que Cometen Actos de Maltrato y/o Crueldad contra los Animales, en el marco de la Ley 14.346, conocida como “Ley Sarmiento”.

Javier Milei no ganó solo una elección, ganó una narrativa. Su triunfo fue el desenlace de una larga decadencia política, económica y moral. Argentina no votó por un programa, votó por un grito.

La imputada tiene 34 años, sus iniciales son FDR y era amiga de la madre de la víctima. Los hechos ilícitos fueron cometidos en reiteradas oportunidades en una vivienda.

El encuentro, organizado por Mujeres de la Ruralidad Argentina y el Gobierno de Santa Fe. Reunirá a referentes nacionales e internacionales para debatir sobre igualdad en el agro y reconocer a mujeres que transforman la ruralidad. Premios “Lía Encalada” reconocen a mujeres que impulsan transformaciones en el campo.

