La Iglesia aplica una vacunación preventiva contra la rabia libertaria

Sin campaña ni recetas y sin nombrar a Javier Milei, los obispos alertan sobre el riesgo del voto bronca. Adolfito, el papa comunista y el cartel en la catedral.

Pais 20/05/2023 Guillermo Villarreal
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El presidenciable Javier Milei exhibe la rabia libertaria

Un pedido frecuente de Jorge Bergoglio es que la Iglesia debe ser un “hospital de campaña” que reciba a personas heridas por diferentes situaciones. Aunque refiere a cuestiones pastorales, también aplica a la cercanía que las autoridades eclesiásticas deberían tener con quienes, en un año electoral, muestran síntomas de bronca y desesperanza en la clase política. Un sector de la ciudadanía que -reconocieron un par de obispos consultados por Letra P- podría votar por opciones “extremas” como la que representa Javier Milei, de La Libertad Avanza.
Ante un escenario electoral de tercios y con una pelea de fondo por entrar en el ballottage, como el que diagnosticó este jueves la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, los representantes eclesiásticos alertan sobre la prédica de quienes buscan captar el voto desencanto sin una propuesta plasmable en la realidad.
Todo, aclaran los prelados, sin la pretensión de influenciar en el voto popular y siempre apegados a aquella respuesta súplica que en noviembre de 2015 el papa Francisco le dio a un argentino, que visitaba el Vaticano, ante la pregunta sobre la segunda vuelta electoral entre Mauricio Macri y Daniel Scioli: “Voten a conciencia”.
La prédica preventiva de la Iglesia ante el avance de Milei es casi imperceptible, muy entrelíneas. Aparece muy sutilmente en alguno de los documentos de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA); pero no en el texto reciente sobre los diez mandamientos para la campaña electoral, en el que propone pautas básicas para la construcción de consensos. La referencia a la rabia libertaria también aparece entremezclada en algún que otro sermón reflexivo sobre las lecturas del evangelio.
En las 41 líneas que tiene el último mensaje del pleno de los obispos, apenas dedican dos a hacer notar en forma elíptica esa preocupación por las opciones electorales libertarias: “La gente necesita recibir propuestas concretas y realistas más que soluciones tan seductoras como inconsistentes”.
Quien sí le dedicó un párrafo aparte en una homilía, aunque camuflada en una crítica a la dirigencia en general, fue el obispo Sergio Buenanueva, de la diócesis cordobesa de San Francisco. “El empobrecimiento de la política argentina con sus gritos y liviandad corre pareja con la pobreza que angustia a tantas familias y, sobre todo, a niños y adolescentes. El futuro nos planta cara. El desánimo golpea la puerta, y con él, el peligro de dejarnos nuevamente llevar por arrebatos”.

Adolfito y el papa comunista

Desde el búnker libertario, Milei suele ir con los tapones de punta –con expresiones que, en casos, llegan hasta el insulto- a la hora de criticar la doctrina social de Bergoglio, sobre todo cuando el pontífice se mete en temas económicos y hace referencia a planteos que el diputado considera de tinte "comunista".

Aquí lo tenés al potato asqueroso clamando por un sistema que llevó el hambre donde se lo implementó y asesinó a más de 100 millones de seres humanos...
El último rugido del león libertario contra Bergoglio fue luego de que el papa recomendase leer el libro Sindrome 1933, que narra el internismo que había en Alemania después de la República de Weimar. “Franz von Papen fue el responsable de presentar un político nuevo, que hablaba lindo, que sedujo a la gente. Se llama Adolfo y todo el mundo dijo: 'bueno, probemos con este que nadie lo conoce. No conocemos sus raíces, no conocemos su condición', todos votaron a Adolfito y así terminamos, ¿no?”, preguntó durante una entrevista con Gustavo Sylvestre en C5N, y reflexionó: “Le tengo miedo a los salvadores sin historia. Cuando te viene un salvador sin historia, sospechá. Mostrame tu carta de identidad histórica, mostrame tu pertenencia".

Ante esa reflexión de Bergoglio, Milei le saltó a la yugular a través de las redes sociales; pero no por esa comparación con Hitler, sino por otra de las afirmaciones que hizo el papa al hablar de la homosexualidad. “Después, cuando lo critico porque es una máquina de decir aberraciones y de impulsar ideas que nos hunden en la más absurda miseria ponen el grito en el cielo”, escribió en su cuenta de Twitter.

El cartel en la catedral

Milei no solo busca conflictos con Bergoglio. Algunos de sus movimientos durante la reciente campaña electoral en La Rioja hicieron que autoridades eclesiásticas y organizaciones de los derechos humanos pusieran el grito en el cielo. Fue a raíz de que instaló, sin permiso, un cartel con su imagen y las de Martín Menem y Carolina Moreno, dupla que bendijo para ir por la gobernación, en las rejas de la catedral local.

La comunidad local mostró rápidamente su indignación ante el afiche propagandístico colgado a metros de la cripta del obispo Enrique Angelelli, asesinado durante la dictadura militar, y a centímetros del mural que recuerda al prelado y sus tres compañeros mártires riojanos beatificados por la Iglesia: el laico Wenceslao Pedernera, y los religiosos Gabriel Longueville y Carlos Murias.

La Municipalidad de La Rioja labró una multa contravencional por el hecho, al considerarlo ofensivo a los sentimientos de la población provincial. En tanto, las organizaciones de derechos humanos expresaron su repudio a la maniobra de "propaganda electoral" de La Libertad Avanza en el templo que recuerda a los cuatro desaparecidos en la dictadura. "Dicha propaganda intenta presentar como candidatos a individuos que pregonan un negativismo destructivo y añoran la pasada dictadura cívico-militar-eclesial que asoló a nuestro país en años recientes, y cuyas consecuencias seguimos padeciendo", sostuvieron en un comunicado.

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