Libro: "Un día con Jules"

Acercándonos a la lectura Por Mirta Barale
Novela muy breve de esta escritora holandesa que se las trae. Incursiona en un tema muy poco tratado por los escritores: la relación entre una pareja de ancianos, quienes han vivido juntos más de 50 años, compartiendo sus alegrías y dolores.
Jules y Alice comienzas sus rutinarias vidas, una helada mañana de invierno. Alice está despertando, acomodando su cuerpo relajado en la tibieza de las sábanas antes de levantarse, mientras huele el agradable aroma del café que le llega desde la cocina, en donde Jules prepara el desayuno, como lo hace siempre. Remolonea unos minutos más antes de levantarse, llega a la sala en donde Jules la espera sentado en el sofá, mientras mira la nieve caer del otro lado de la ventana. Pero ese día, Jules le tiene una inesperada sorpresa para Alice.
Ese hecho traerá recuerdo de diferentes momentos de sus vidas, por las que pasaron disfrutando con placer, o entristecidos por el dolor y el engaño. Aunque todo lo superaron con entereza. Tienen un hijo, Herman, casado con Aimée y dos nietos.
Entre idas y venidas, la pareja deberá atender, como todas las mañas, a David, un chico autistas que a las 10 en punto, sube a jugar al ajedrez con Jules. Ese día, la situación se complica por un problema de Bea, la madre de David, quien le pide a Alice si puede cuidarlo más tiempo, ya que deberá ir al hospital porque su madre ha sufrido un accidente.
Esas horas especiales, servirán para repasar sus vidas de gente común, hablar sobre la muerte, las enfermedades, las cosas que se soportaron mutuamente, la decrepitud de sus cuerpos, pero todo en un tono y un lenguaje natural y simple, sin caer en los extremos, es decir, ni imágenes truculentas, chocantes o desagradables, por un lado, ni una pintura bella e idílica de la ancianidad, desprovista de todas sus complicaciones y, a veces, de sus miserias, por el otro. Nada de eso.
Es una presentación crudamente realista y veraz de la vida de gente muy mayor, descripta con honestidad, simpatía y ternura, que invita a la lectura, la cual se vuelve dinámica, reflexiva y dulcemente placentera, a pesar del asunto.
Muy interesante y breve.