
En las mismas 24 horas, mientras se reprimía como cada semana en la zona de Congreso, hacían caer el quorum para el breve aumento jubilatorio, se cercenaba el derecho a huelga y se anunciaba un vergonzoso blanqueo bajo el eslogan “tus dólares, tu decisión”. Todo, envuelto en la ausencia de reacción colectiva organizada.