La ley y Milei

Nunca pensaron los dueños del granero que, junto con el ejército de desocupados y la mano de obra barata, estaban importando la rebelión.

Opiniones 26/05/2024 Por Felipe Pigna
Milei

Nunca pensaron los dueños del granero que, junto con el ejército de desocupados y la mano de obra barata, estaban importando la rebelión. Su soberbia no les dejaba pensar que no se podía prometer a los hambrientos de Europa, a los desheredados de toda herencia, la felicidad, el pedazo de tierra, el trabajo que les permitiera mantener a su familia, para luego someterlos a las peores condiciones de miseria y humillación.

Así fueron llegando, cargados de hambre, hijos, ilusiones, pero también de ideas, los inmigrantes. Fueron recibidos con el desprecio de quien espera un cargamento de esclavos, olvidándose de que el esclavo, al ver la mesa del amo llena de manjares, mientras él y su familia padecen las más indecibles privaciones, suele rebelarse.

 Mientras los Anchorena tiraban su vajilla de oro al mar en su viaje a Europa, los cruzaban literalmente en sentido contrario quienes viajaban en tercera clase o en la cubierta de los barcos hacia el país próspero y libre, al que los dueños de la Argentina llamaban “la tierra de la gran promesa”. Lo que no aclaraban es que no pensaban cumplirla.

 En 1904, el gobierno de Roca le encargó al médico catalán Juan Bialet Massé un informe sobre el estado de la clase obrera en la Argentina en vistas de una ley laboral que no llegaría a sancionarse. El funcionario se tomó muy en serio su trabajo y elaboró un documento que se transformó en la más cruda denuncia de los horrores del sistema de explotación de nuestro país. Concluía: “De un lado se han encendido los fuegos del lujo, del oropel y de la codicia desmedidos, y por el otro las miserias del pobre reciben, como esperanzas, como promesas, sin ver si se acomodan a su ser y a su medio, doctrinas utópicas o explotaciones hipócritas (…) He encontrado en toda la República una ignorancia técnica asombrosa, más en los patrones que en los obreros”. En ese mismo año resultaba electo por el barrio de La Boca el primer diputado socialista de toda América, Alfredo Palacios, que hizo aprobar las leyes laborales pioneras en nuestro país, como la de descanso dominical en 1907. Era un importante escalón en la historia de lucha de nuestro heroico movimiento obrero. El radicalismo, en el poder desde 1916, osciló entre la negociación, la aprobación de leyes laborales, como la limitación de la jornada laboral, la reglamentación del trabajo de mujeres y niños y las vacaciones para algunos gremios. El gran cambio vino con el peronismo y la multiplicación y aplicación de decenas de leyes laborales de alcance general, como el aguinaldo, las vacaciones, la licencia por maternidad, la instalación de los tribunales laborales y la incorporación de los derechos del trabajador a la Constitución de 1949. Tras el golpe de Estado de 1955, comenzó el ataque a las conquistas laborales y la legislación pertinente, con algunas excepciones, como la aprobación durante el gobierno de Illia del salario mínimo, vital y móvil, la ley de contratos de trabajo durante el tercer peronismo y el aggiornamiento y la sanción de nuevas leyes laborales durante el kirchnerismo. Hoy los trabajadores, sin excepción, sufren un ataque sin precedentes explicitado con orgullo por el Presidente, que usa la gráfica figura de una licuadora para certificar que uno de sus principales objetivos es destrozar el poder adquisitivo de los salarios, llevar el “costo laboral” a sus mínimos históricos y destrozar el Estado anulando también el histórico salario indirecto (la provisión de salud, seguridad y educación) de los argentinos. Nos parece muy oportuno recordar este largo camino que tanta sangre nos costó y que hoy se ve amenazado como pocas veces, bajo el aplauso complaciente de importantes sectores de la sociedad, muchos de ellos víctimas del modelo que avalan, ganados por los medios que les inyectaron irracionalidad y odio, y por el recuerdo del pésimo gobierno anterior. Inmersos en el absurdo pensamiento de que el costo lo pagará el otro, les vendría muy bien recordar la frase del querido Shakespeare: “El odio es un veneno que uno toma esperando que se muera el otro”. (Por Felipe Pigna, extractado de Caras y Caretas)

Te puede interesar
La casta popular paga la fiesta

La casta popular paga la fiesta

Por Silvana Melo
Opiniones 12/07/2024

El hombre adolescente se organizó un acto vacío y totalitario para todos los que aceptaron marchar clavados a su anzuelo y, horas más tarde, el presidente y su vice se montaron en un tanque y jugaron a la guerra. A espaldas de la memoria y la verdadera libertad. Mientras tanto, la gente muere de frío en la calle. Y el déficit cero es la excusa para la insensibilidad extrema.

comer

A más ajuste, más conflicto

Por Carlos Heller
Opiniones 09/06/2024

Las gestiones provinciales están ante una trampa: por un lado, enfrentan reclamos justos; por el otro, el gobierno nacional ha dejado de girarles los recursos con los que podrían dar respuestas a esos reclamos.

La imputabilidad de a juventud exiliada

La imputabilidad de la juventud exiliada

Por Laura Taffetani
Opiniones 18/07/2024

No se trata solamente de que no se dé una respuesta penal a un problema social al proponer bajar la edad de imputabilidad como remedio, sino que no exista un solo niño o niña más que viva desterrado en su propia comunidad con el solo destino de vivir infiernos sin cuento que se van tatuando en forma indeleble en sus almas que nacen puras.

Caballo

Animales sueltos: Establecer políticas públicas que cambien conductas

Miguel Peiretti
Opiniones 13/06/2024

En lugar de recaudar, sancionar formando y educando. La grave problemática de los animales sueltos es utilizada por el municipio para recaudar a través de multas o subastas de los mismos, mientras los equinos siguen circulando por la vía pública ocasionando accidentes poniendo en riesgo de la vida de las personas.

Lo más visto
estafa

Detenido en Morteros por millonaria estafa en Córdoba

Redacción Regionalisimo
Sucesos 24/07/2024

Por una millonaria estafa la Dirección General de Investigaciones Criminales de Córdoba, detuvo a un hombre de 30 años al realizar dos allanamientos en Morteros. Además en otro allanamiento investigan estafa denunciada en Rafaela.

Centralismo y federalismo

Los impuestos del interior en beneficio del centralismo porteño

Por Miguel Peiretti
Opiniones 25/07/2024

Al igual que en la época de Rivadavia en que los recursos económicos se los quedaba el centralismo para su provecho, en esta época de Milei todo lo que se aporta se lo quedan ellos para sus propios intereses volviendo a plantear el empobrecimiento de las provincias y sus poblaciones.

Suscríbete gratis al Boletín Informativo para recibir periódicamente las novedades