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La celebración del día del periodista, el 7 de junio, es una fecha para reiterar el compromiso con los valores fundamentales del mejor oficio del mundo como lo es el periodismo.
Se inició el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, el joven de 18 años asesinado a golpes en la madrugada del sábado 18 de enero de 2020, en Villa Gesell. A los ocho rugbiers implicados -detenidos e imputados por el delito de “homicidio doblemente agravado por alevosía”- se les pide la pena máxima de prisión perpetua.
Opiniones 07/01/2023 José Luis Lanao (*)Vivimos en una permanente banalización de la violencia. Esa banalización adquiere su dimensión más inmediata y fulminante en unas de sus pulsiones: la pulsión de matar. No penséis que el mal y su banalidad se oculta en criaturas “extraordinarias”. El mal, hasta el más infame, se puede cobijar en la estructura física y mental de un ser banal y normal.
Este es un crimen producido por machos “normales”, o sea banales, matones de casta, desatados, agresivos, con la cultura del “falo” en los puños y el cerebro lleno de testosterona neolítica. Esa cultura gris donde se extingue todo residuo de piedad hacia el otro, y la figura humana deja de conmover. Un soporte inestimable para una opresión concreta, de poder y sumisión, derivados de una estructura social jerárquicamente explotadora.
En ocasiones, esa banalización se apodera íntegramente del Estado. Todo Estado se puede convertir en una máquina inquietante de banalizar la violencia y la muerte. Francisco Franco firmaba penas de muerte mientras tomaba el café de sobremesa con su señora y sus ministros. Jorge Rafael Videla, ese individuo banal e irremediablemente normal, se estremecía de éxtasis ante un gol mundialista mientras a sus espaldas miles de almas deambulaban por las aguas de un río pardo, ensangrentado y sombrío. El nazismo no hubiera prosperado sin ese antisemitismo social tan normal y banalizado de la época. Para que la cultura de la deshumanización del otro se legitime es necesario colocar a las personas contra las personas, inferiorizar para dominar, banalizar la muerte, la violencia y sus exacerbaciones.
Netflix inunda el mercado de la modernidad con una lluvia fina, penetrante, de documentales de asesinatos en vivo, donde visto uno banalizados todos. Los pistoleros Espert y Milei juegan a indios y vaqueros delante de las pantallas cuando sabemos que las armas de fuego (el cuchillo necesita del contacto) están hechas para banalizar la muerte. Las armas drónicas, utilizadas por Trump, aún más. Se mata a distancia. Se separa a la víctima del verdugo. Se deja menos huella de conciencia. Es la banalización suprema de la muerte gracias a la tecnología. Y entonces pasa lo que pasa. Y lo que pasa es que la pulsión de golpear, de insultar, de violentar, de matar, se tiene muy al alcance de la mano.
La civilización se basa en la palabra. Pero la convivencia, esencia de la civilización, se basa en el silencio. Se habla poco de la banalización de la violencia y de la muerte. Se habla más del derecho a la identidad, un término, que como la libertad o la justicia, define un anhelo abstracto más que una realidad. Una determinada ideología -muy en línea con la banalización de la violencia y de la muerte- insiste en que las identidades distintas son enemigas. “La identidad es el fundamento principal de la confrontación de nuestro tiempo. Todo lo que nos identifica esta siendo atacado”, expresaba hace unos meses, la líder de extrema derecha y primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Uno, lo único que ve, es gente distinta, que piensa distinto. Determinadas identidades se sienten amenazadas, y sentirse amenazado es una sensación muy personal. Uno de los rugbiers detenido expresó que se sintió así, “amenazado”, como Meloni. Lo dicho, una sensación muy personal, un tanto normal, un tanto banal.
(*) Exjugador de Vélez, clubes de España, y campeón del Mundo Tokio 1979. Artículo publicado en Página/12
La celebración del día del periodista, el 7 de junio, es una fecha para reiterar el compromiso con los valores fundamentales del mejor oficio del mundo como lo es el periodismo.
Las Actas de Recepción firmadas por los soldados en 1982 y desclasificadas recién en 2015 revelan que los conscriptos en Malvinas fueron víctimas de torturas y malos tratos por parte de sus superiores. Ante los escasos avances del Poder Judicial argentino en el esclarecimiento de los hechos, la causa fue admitida por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Misiones está protagonizando una lucha sostenida por mejores salarios. En una unidad impensable entre maestros, trabajadores de salud y policías. Las protestas crecen y tienen una dimensión inédita que merece ser leída y analizada en profundidad. ¿Se sostendrá en el tiempo o derivará en acuerdos sectoriales que en breve dividirán las aguas?
Entre tanto ajuste y destrucción del Estado, el cierre de la agencia Télam y el corte de distribución de pauta oficial nacional pasan casi desapercibidos pese al enorme daño que generan a la población, y en particular a quienes no están de acuerdo con la actual gestión de gobierno nacional.
Güemes y Belgrano, protagonistas de estos feriados de junio, todavía viven en las necesidades de las grandes mayorías. Que hoy están empecinadas en asumir un rol de colonia contra el que ellos pelearon hasta su muerte. Esos dos tercos y desesperados revolucionarios que hoy verían con tanta decepción el presente de la patria.
La batalla por la liberación de Julian Assange es política, cultural y judicial.
Los obispos subrayaron que “es prioritario contar con presupuesto para la prevención, la persecución penal y la asistencia a las víctimas” y señalaron que “el desempleo y la informalidad en el mundo del trabajo constituyen un caldo de cultivo para la Trata y Explotación de Personas”.
Por una millonaria estafa la Dirección General de Investigaciones Criminales de Córdoba, detuvo a un hombre de 30 años al realizar dos allanamientos en Morteros. Además en otro allanamiento investigan estafa denunciada en Rafaela.
Al igual que en la época de Rivadavia en que los recursos económicos se los quedaba el centralismo para su provecho, en esta época de Milei todo lo que se aporta se lo quedan ellos para sus propios intereses volviendo a plantear el empobrecimiento de las provincias y sus poblaciones.
Protagonista de la historia de la segunda mitad del Siglo XX y del primer cuarto del actual Siglo.
La Municipalidad de Morteros invita a toda la comunidad a una charla con la especialista en ludopatía, Débora Blanca, titulada "Las Apuestas No Son Juego", el jueves 8 de agosto a las 11 en Sociedad Italiana de Morteros