Argentina campeón: Varios deberemos dejarle propina al psicológo

Opiniones29/12/2022 Iván Ambroggio*
Scaloni

La felicidad que el fútbol les produce a los pueblos ha tenido detractores a lo largo de la historia, en ambos extremos del arco ideológico. La derecha consideraba que el fútbol era la prueba de que los pobres piensan con los pies, y para la izquierda, el futbol tenía la culpa de que el pueblo destinara energías a otro tema que no fuera la revolución. Pero el fútbol ha podido gambetear todo intento de alguna institución o persona de definir qué alegría es válida y cuál no.

Es difícil, para un argentino, hallar un cerro desde donde mirar y analizar -con el espíritu sereno- lo acontecido en el mundial de Qatar. La novela Those Who Remain, del escritor estadounidense G. Michael Hopf, aporta una frase, cuya primera parte –hasta la segunda coma, exactamente–, parece a medida para Lionel Scaloni: "Los tiempos difíciles forjan hombres fuertes, los hombres fuertes crean buenos tiempos, los buenos tiempos crean hombres débiles, los hombres débiles crean tiempos difíciles."

Los inicios del proceso de Lionel Scaloni al frente de la Selección Argentina estuvieron llenos de adversidades e incertidumbres. Los fantasmas de las derrotas aparecían en cada espejo en el que el entrenador y sus jugadores se miraban. En ese clima de infortunios, el joven entrenador apostó a forjar un equipo con identidad propia, liderado en el campo de juego por el mejor jugador del mundo, Lionel Messi, pero sin que la presencia del astro se convirtiera en dependencia absoluta. Partido tras partido, el entrenador fue aceitando el esquema con nuevas incorporaciones, y complementado lo colectivo con individualidades sorpresivas y no pocas veces decisivas. Entre los logros de Scaloni, se puede mencionar la felicidad que posaba en el rostro de Lionel Messi en cada partido, en cada contraataque en velocidad, en cada pirueta que hizo con la pelota. El entrenador supo dotarlo de confianza, y convirtió al capitán en la mejor versión de un conductor. Cada gambeta, cada definición del crack argentino, dejaban ver una obra de arte infinita, que poseía pinceladas de otros artistas, lo que la convertía en un activo colectivo.

El equipo nacional tras el “maracanazo” que le permitió quedarse con la Copa América, llegó en un estado superlativo a Qatar, o al menos eso creíamos ver los hinchas. Después del baldazo de agua fría o de humildad que supuso la derrota con Arabia Saudita, el equipo se lamió las heridas y se repuso rápidamente. Aquí tuvo un rol protagónico el hambre de gloria de los jugadores. Esto quedó plasmado en cada pelota dividida de Nicolás Otamendi, en cada volada del “Dibu” Martínez, en la destreza de Enzo Fernández, en el despliegue y las guapeadas de Rodrigo De Paul en defensa de sus compañeros, en los piques por derecha de Nahuel Molina, en las habilitaciones de Alexis Mac Allister, en la firmeza del “Huevo” Acuña, en los anticipos rabiosos de Nicolás Tagliafico, en las gambetas indescifrables e imparables de Ángel Di María, en la piernas incansables de Julián Álvarez para forzar el error ajeno y empujar la pelota contra la red, y en las exquisiteces repletas de arrojo, con las que Lionel Messi extasió al mundo entero.  

El equipo fue de menor a mayor y llegó a la final (esta vez el azar nos asignó la camiseta celeste y blanca, que para algunos cabuleros, actuaba como garantía de triunfo por lo acontecido en las finales de los mundiales de 1978 y 1986).

En el primer tiempo Argentina bailó a Francia en todas las líneas. De hecho, el segundo gol parece más de Play Station que de la vida real. Los hinchas de Argentina se abrazaban y festejaban cada pase con la tranquilidad que aportaba el dominio absoluto del seleccionado albiceleste. Pero, como en una película de suspenso, sorpresivamente todo cambió con el empate de los franceses, que dejó a los jugadores y a los 47 millones de argentinos, paralizados. Dos apariciones de Kylian Mbappé fueron suficientes para para hacer añicos la serenidad que se respiraba.

Messi y sus aliados, aturdidos como un boxeador tras besar la lona, miraron el cielo, y recibieron una señal de Diego Maradona (yo elijo creer que fue así). Se pusieron de pie una vez más –tal vez por dignidad y amor propio, o quizás por el aliento imperecedero de 47 millones de compatriotas que se rehusaban a firmar una rendición. Luego vino el alargue dramático con un gol para cada bando, y llegaron los penales. Las manos del “Dibu” Martínez se lucieron y los disparos efectivos de los pateadores argentinos le bajaron el telón a esta obra trágica de fútbol, ansiedad y tormento.

El triunfo argentino se materializó en llantos de felicidad y cánticos que brotaron de todos los hogares.

Nadie se merecía tanto este logro como Messi. Porque nunca abdicó. Por las finales perdidas que le costaron ríos de lágrimas. Porque el fútbol le debía esta caricia. Porque como dijo Eduardo Galeano: "el único mesianismo que no es peligroso, es el mesianismo de Lionel Messi". Aunque luego del triunfo agónico contra Francia, varios tendremos que empezar a dejarle propina al psicólogo.

 *Internacionalista, docente universitario, autor de “Grietas y Pandemia”.

Te puede interesar
Portesta

¿Hacia dónde vamos?

La Arena
Opiniones15/06/2025

Cualquier análisis de la realidad actual del país, por somero que sea, obliga a preguntarse ¿hacia dónde va la Argentina o mejor: hacia dónde la lleva el actual gobierno? Lo paradójico es que, en líneas generales, el Presidente está cumpliendo lo que había prometido en su campaña electoral, es decir: el desguace del Estado.

Los héroes gobiernan, los villanos en la calle

Los héroes gobiernan, los villanos en la calle

Silvana Melo
Opiniones13/06/2025

Degenerados fiscales, acusó el presidente. Votaron un aumento para los jubilados. Dándoles aire -momentáneo, porque el veto está en la puerta- a los argentinos del mal. Los jubilados y los pobres, los niños con malnutrición o discapacidades, la medicina pública, los científicos, las mujeres sometidas, son los villanos de esta época. Y llenan las calles.

niños

Doloroso aniversario

Redacción Regionalisimo
Opiniones09/06/2025

A las tristes noticias que todos los días visten a la Argentina hay que agregarles una que, por menos que nos guste, es una realidad que golpea en forma dolorosa: la desaparición de niños.

La pibada endeudada

La pibada endeudada

Por Carlos del Frade
Opiniones05/06/2025

Si la deuda externa atraviesa distintas generaciones de argentinas y argentinos, la dependencia de las pibas y los pibes hoy también se consolida a través del dinero fácil que algunos prometen prestar sin mayores trámites. Economía de la atención, diría el filósofo francés Eric Sadin y neovasallaje del tercer milenio.

Al gran pueblo yanqui

Al gran pueblo yanqui, salud

Por Martina Kaniuka
Opiniones04/06/2025

Mario Lugones, Ministro de Salud de Javier Milei, se reunió con su par yanqui, Robert F. Kennedy Jr., para definir el cambio de paradigma del sistema de salud pública: basado en evidencia científica, precarizando y despidiendo médicos y científicos. Y con transparencia y soberanía, de la mano de los gestores del Plan Cóndor.

Lo más visto
Ambulancia

El Hospital Iturraspe de San Francisco recibió tres nuevas ambulancias

Redacción Regionalisimo
Regionales16/06/2025

Se trata de dos unidades de alta complejidad para atención de adultos y una equipada especialmente para el servicio de pediatría y neonatología. Permitirán fortalecer la red de derivaciones entre los centros de salud de toda la región. El gobernador Martín Llaryora encabezó la entrega y recorrió la institución sanitaria.

Suscríbete gratis al Boletín Informativo para recibir periódicamente las novedades