
Javier Milei no ganó solo una elección, ganó una narrativa. Su triunfo fue el desenlace de una larga decadencia política, económica y moral. Argentina no votó por un programa, votó por un grito.




Loan, Guadalupe, Sofía, María Soledad, Marita. Niños o jóvenes cuyas desapariciones no hubieran ocurrido sin las trampas de la complicidad institucional. Historias ancladas en sociedades en las que, la oscuridad, suele construirse o abonarse desde los diferentes entramados del poder.
Opiniones07/07/2024 Por Claudia Rafael
(APe).- ¿Es posible sostener las redes del crimen organizado sin el aval, el apoyo, la connivencia de las instituciones del Estado? ¿Es factible mantener aceitado un flujo de víctimas sostenido sin que haya ojos y oídos enfocados para que cada operativo sea exitoso? Sea crimen organizado en torno del tráfico de armas, de drogas o personas.
La desaparición de un niño de 5 años en un pueblo olvidado de Corrientes ocupa cada minuto de los medios audiovisuales durante las 24 horas del día. Con una carrera mediática para ver quién ofrece la cobertura más novedosa, con los elementos más truculentos y las perspectivas más originales. En el trasfondo, lo de siempre: complicidades institucionales, connivencias desde los diferentes poderes, miserabilidades humanas, pobreza extrema.
La historia de Loan transcurre en una de las regiones más pauperizadas del país: el Noreste argentino. Con una realidad cotidiana en la que se malvive entre ausencias y carencias. Con los dolores a cuestas de quienes no arriman ni siquiera en sueños a los 850.000 pesos mensuales que las estadísticas indican como necesarios para no ser pobre. Con vidas desdeñadas por quienes distribuyen las cartas en el cuadrilátero de un capitalismo feroz en el que empresarios como Marcos Galperín (Mercado Libre) acumulan una fortuna de 6300 millones dólares o Paolo Rocca (Techint) 5600 millones de dólares. Y en el que los ocasionales ocupantes de sillones en el poder político no hacen más que abonar las inequidades profundas que lubrican el modelo.
Sin avales institucionales, no existe modo alguno para que un niño de 5 años simplemente se pierda o para que sea víctima de un secuestro por parte de dos, tres o cuatro delincuentes pueblerinos que juegan a hacerse un botín. Como tampoco ocurrieron así las desapariciones de las pequeñas Guadalupe Lucero, de 5 años, el 14 de junio de 2021 o Sofía Herrera, de apenas 3 años aquella primavera de 2008 en un camping fueguino.
Durante demasiados días se hurgó con manotazos de ahogado en los lugares erróneos. No llamó mínimamente la atención (por connivencia, estupidez o desidia) otro tipo de criminalidades que se hubiera desarticulado en los mismos días (con Loan ya desaparecido) una banda narco chaqueña (con vínculos hacia Santa Fe) con ramificaciones en Goya y allanamientos que, incluso, se desarrollaron en 9 de Julio. No convocó los ojos de los investigadores que algunos de los ahora imputados hubieran viajado a otra provincia después de participar en el fatídico almuerzo.
La historia de las múltiples desapariciones icónicas en las últimas décadas ofrece primas insoslayables de corrupción y complicidad. Cuando en 1990 María Soledad Morales desapareció, a sus 17 años, en Catamarca, hubo un sinfín de irregularidades y pasajes oscuros. Se echaron a correr versiones sobre supuestos sospechosos, se ensució el nombre de la adolescente, se llegó a lavar el cuerpo con una manguera para borrar pruebas. Hasta que, finalmente, voló por los aires un gobierno provincial.
La desaparición de Marita Verón el 2 de abril de 2002, hace ya 22 años, destapó –aunque nunca se la logró encontrar- una estructura criminal con hilos en las fuerzas policiales, la justicia y el poder político. Que hicieron lo imposible para amparar el secuestro en Tucumán de esa joven mujer que ya habrá cumplido, si sigue con vida, 44 años.
La lista es infinita y el hilo en común suele ser la complicidad institucional. Para operar un secuestro o para, luego, cubrir la búsqueda de la víctima.
Loan tiene 5 años. En un mundo en el que alguien, como parte de una estructura de perversidades, le puso una linterna sobre el rostro y le marcó el sello de descartable. Cuando, en verdad, a los niños y niñas hay que tatuarles en el alma y en la piel los sellos de la rebeldía, de la risa, de la dignidad. Cuando hay que abrirles todas las puertas camino a una sociedad sin espanto ni crueldad.

Javier Milei no ganó solo una elección, ganó una narrativa. Su triunfo fue el desenlace de una larga decadencia política, económica y moral. Argentina no votó por un programa, votó por un grito.

El país como un páramo vacío de almas. Los conquistadores vuelven al desierto a quedarse con las entrañas de la tierra. Quedó en claro que las urnas no son herramientas de transformación sino de fraude emocional. Ahora el país, el que habitarán nuestros niños, es una zona de sacrificio en manos del prostituyente que la compra.

Con la excusa de las buenas prácticas, Diputados y el agronegocio están elaborando una ley que prevé una distancia de 10 metros para fumigaciones terrestres y 45 para aéreas. Los mismos que obtienen los beneficios los regulan. Las poblaciones fumigadas fueron ignoradas.

En estos tiempos en los que la Argentina ha desaparecido como nación independiente es fundamental recordar el ecocidio de La Forestal como mecánica de funcionamiento de la explotación irracional, consecuencia de negocios financieros y el supuesto interés de la ayuda de los imperios.

La infancia ha padecido y sigue padeciendo, a lo largo de la historia, las peores consecuencias en los conflictos bélicos, en los terrorismos estatales, en los sismos. Hambruna, orfandad, heridas de gravedad. Infinitas oscuridades que fueron tiñendo de dolor los cuerpos más cargados de fragilidades. En Gaza, ya se los identifica como WCNSF, una sigla que significa Niño herido sin familiares supervivientes.

¿La tierra y la tradición, es parte de nuestra identidad? generó un gran debate en el Concejo Deliberante extendiéndose a la sociedad por la oportunidad del monto destinado a la contratación de un artista, pero no es parte del debate si el evento es conveniente para generar movimiento por tres días o cumple el objetivo de instalar a Morteros como un lugar turístico.



El propietario de un campo iniciará acciones contra la policía por considerar que no es verdad lo informado en relación a un allanamiento realizado en un campo de Saturnino María Laspiur

El 4, 5 y 7 de noviembre, con la organización de la Facultad de Filosofía y Humanidades (FFyH) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), se realizarán las Jornadas de Homenaje a Agustín Tosco, el sindicalista de Luz y Fuerza, que falleció 50 años atrás, el 5 de noviembre de 1975.

Se suman en el Congreso los proyectos sobre maltrato y crueldad animal. El último que se presentó lo redactó la diputada nacional Silvana Giudici (PRO), quien propuso crear el denominado Registro Nacional de Personas que Cometen Actos de Maltrato y/o Crueldad contra los Animales, en el marco de la Ley 14.346, conocida como “Ley Sarmiento”.

Javier Milei no ganó solo una elección, ganó una narrativa. Su triunfo fue el desenlace de una larga decadencia política, económica y moral. Argentina no votó por un programa, votó por un grito.

La imputada tiene 34 años, sus iniciales son FDR y era amiga de la madre de la víctima. Los hechos ilícitos fueron cometidos en reiteradas oportunidades en una vivienda.

