Libro: "Domingos de agosto"
Acercándonos a la lectura Por Mirta Barale
Una novela distinta de Modiano. En ésta, ya no pasea al lector por esas callecitas soñadas de París, sino que está ambientada en la Costa Azul, precisamente en Niza, durante un invierno desapacible y gris. Es un texto de un argumento bien definido, de marcado tono misterioso y policial.
El narrador, antes, fotógrafo de profesión, ahora, encargado de un taller mecánico, reconoce, después de 7 años, a un vendedor callejero de abrigos, en la ciudad de Niza. Es Frédéric Villecourt, ex marido de Sylvia. La mujer en cuestión, siete años atrás, había escapado con el fotógrafo a esta ciudad de la Costa Azul, trayéndose consigo la Cruz del Sur, un bellísimo diamante hecho pendiente. La pareja vive escondiéndose, temerosa de alguna denuncia sorpresiva o la aparición de su ex marido, pero nada de eso sucede. Sí, se hacen amigos de un matrimonio muy singular y enigmático, que vive en un palacete de jardín abandonado, perteneciente al gobierno de los Estado Unido. Ellos son los Neal, él, norteamericano, ella, inglesa.
Entre los cuatro, comienza una relación de encuentros fortuitos, de misterios irresueltos y enigmas sin solución, que llevan a un sorprendente desenlace, aunque queden muchos cabos sueltos. Mientras todo sucede, el deambular de los personajes nos pasea por lugares emblemáticos de la atrayente y melancólica Niza invernal.
Muy al estilo Modiano, si bien momentáneamente, abandona su estilo de «nostalgia impresionista», como se lo suele catalogar, recurre mucho a los flashbacks, y con este ir y venir del presente al pasado, el lector va armando el rompecabezas de la historia: cómo conoció a Sylvia, quiénes son los Villecourt: Frédéric y su autoritaria madre, y qué pasó con su amante y los Neal.
Texto muy breve, de trama simple pero muy bien diseñada, que absorbe al lector, y hace que la lectura sea un trámite rápido y placentero.