#3J: El deseo nace desde el derrumbe

Desde el año 2015, se registraron 2348 casos de femicidio. ¿Por qué, a pesar de la lucha y de algunas conquistas, tenemos que seguir llorando ausencias? Debajo de las capas superficiales de glitter verde, otra vez se sumaron las mujeres que hacen milagros para multiplicar los fideos de una olla y darle de comer a todo el piberío del barrio.

Opiniones12/06/2024 Por Martina Kaniuka
#3J El deseo nace desde el derrumbe

(APe).- Hace ya 9 años desde que Manuel Ignacio Mansilla Gallegos asesinó y enterró en el patio de sus abuelos a su novia de 14 años embarazada. Chiara Páez, de la localidad de Rufino en Santa Fe, fue el nombre que se fraguó con furia en la punta de lanza que miles de mujeres empuñaron ese primer 03 de junio.
Fue en el año 2015, mientras la promesa de Cambio llevaba a Mauricio Macri a la presidencia, cuando el relato de encargados de edificio que sacaban a las mujeres en pedazos en bolsas de consorcio ocupaba el prime time de las noticias.
“Como cáscaras de zapallo”, anotaba Gabriela Cabezón Cámara, denunciando que las mujeres tenían destino de descarte. Y de ese descarte y de los escombros, hijas del deseo que es vida -y se sabe, nace del derrumbe- las calles se llenaron de mujeres que salieron a evidenciar lo evidente: la violencia de género está mal, que las maten está mal, la desigualdad y la asimetría están mal.
Nueve Ni Una Menos, una Secretaría de la Mujer devenido Ministerio, Ley Micaela (Ley 27499), Educación Sexual Integral (Ley 26150), Programa Acompañar, Línea 144, Protocolo de Litigios contra la Violencia Sexual, instituciones varias, organizaciones muchas y motosierra después;  las estadísticas y las denuncias siguen desmintiendo a ese país pionero en materia normativa y legislativa sobre políticas de prevención contra la violencia de género.
Desde el año 2015, se registraron 2348 casos de femicidio. Sólo este año, según el Observatorio Nacional Mumalá, van 89 (y 216 intentos de femicidio o transfemicidio). Según el Observatorio Lucía Pérez, van 131. ¿Por qué, a pesar de la lucha y de algunas conquistas, tenemos que seguir llorando ausencias?
El primer Ni Una Menos se consolidó incuestionable: mujeres y disidencias de distintas extracciones partidarias y sociales, con profesiones, roles y ocupaciones distintas, encolumnadas en una primera línea catártica, gutural. Un desgarro atávico con el nombre de cada víctima acuñado en el corazón desangelado de las instituciones que no supieron ver ni escuchar a las cientos de miles de mujeres asesinadas, violentadas, agredidas, abusadas, ignoradas en este suelo.
Con el devenir de los años, como suele suceder en el amplio espectro de movimientos sociales del campo popular, el feminismo aguerrido, blindado por el dolor, empezó a sectorizarse y dividirse. Feminismos en torno a la legalización del aborto, feminismos en torno a las disidencias, feminismos en torno a Milagros Sala, feminismos en torno a la religión y al genocidio en Palestina.
Tras la ofensiva del gobierno de Javier Milei en materia de derechos humanos, con el apuntalamiento de los llamados discursos de odio – eufemismo para definir a los reflejos del aplauso conservador al retorno fascista-   las mujeres conscientes volvieron a salir a la calle. Y sumaron a la lista de reclamos el germinal: el de la desigualdad que potencia la diferencia.
Debajo de las capas superficiales de glitter verde, otra vez se sumaron las mujeres que hacen milagros para multiplicar los fideos de una olla y darle de comer a todo el piberío del barrio, las que no llegan a fin de mes y no pueden pagar un abogado para cobrar la cuota alimentaria, las que tienen que seguir bancándose al patrón sin la ayuda de gremios ni sindicatos. Esas que, a la hora de reclamar contra alguna injusticia, son constantemente relegadas a la cuenta de las incontadas. Las que tienen el último número en la fila, las que son revictimizadas en comisarías y juzgados, las que el noticiero titula “vestía provocativa”, las que no tienen el beneficio de la duda y son ensombrecidas por la desconfianza.
Cada 23 horas otra mujer es sumada a la larga lista de víctimas de la violencia patriarcal: los números de violencia extrema y el accionar femicida no descienden, aunque se denuncien o visibilicen más.
Quizá haya que esperar a que los puños que escriben las leyes dejen de ser los mismos que le dan muerte a la letra, toda vez que una mujer se acerque a denunciar la violencia y sea sometida – otra vez – a la cruel espera de la Justicia en los pasillos insensibles de sus instituciones.
El deseo (y el impulso vital) nacen del derrumbe: ¿será que desde abajo, con la dignidad, el magma ardiente de quienes saben lo que es haber perdido todo y la creatividad de quienes se acostumbraron a imaginar soluciones allí donde otras vieron cenizas, brotará otra paz distinta a la de los cementerios?

Te puede interesar
Pais ultrajadso

El país ultrajado

Por Silvana Melo
Opiniones31/10/2025

El país como un páramo vacío de almas. Los conquistadores vuelven al desierto a quedarse con las entrañas de la tierra. Quedó en claro que las urnas no son herramientas de transformación sino de fraude emocional. Ahora el país, el que habitarán nuestros niños, es una zona de sacrificio en manos del prostituyente que la compra.

el veneno

El veneno como estrategia de poder

Por Silvana Melo
Opiniones30/10/2025

Con la excusa de las buenas prácticas, Diputados y el agronegocio están elaborando una ley que prevé una distancia de 10 metros para fumigaciones terrestres y 45 para aéreas. Los mismos que obtienen los beneficios los regulan. Las poblaciones fumigadas fueron ignoradas.

forestyal

Dinero extranjero y ecocidio

Por Carlos del Frade
Opiniones29/10/2025

En estos tiempos en los que la Argentina ha desaparecido como nación independiente es fundamental recordar el ecocidio de La Forestal como mecánica de funcionamiento de la explotación irracional, consecuencia de negocios financieros y el supuesto interés de la ayuda de los imperios.

Genocidio infancia

El genocidio de la infancia

Por Claudia Rafael
Opiniones28/10/2025

La infancia ha padecido y sigue padeciendo, a lo largo de la historia, las peores consecuencias en los conflictos bélicos, en los terrorismos estatales, en los sismos. Hambruna, orfandad, heridas de gravedad. Infinitas oscuridades que fueron tiñendo de dolor los cuerpos más cargados de fragilidades. En Gaza, ya se los identifica como WCNSF, una sigla que significa Niño herido sin familiares supervivientes.

Avistaje

Dar identidad al santuario de aves que es un paraíso para ser proyectado hacia el mundo

Miguel Peiretti
Opiniones23/10/2025

¿La tierra y la tradición, es parte de nuestra identidad? generó un gran debate en el Concejo Deliberante extendiéndose a la sociedad por la oportunidad del monto destinado a la contratación de un artista, pero no es parte del debate si el evento es conveniente para generar movimiento por tres días o cumple el objetivo de instalar a Morteros como un lugar turístico.

Lo más visto
Paquita

Firman convenio con universidad privada

Redacción Regionalisimo
26/10/2025

Un convenio con la Universidad Fasta firmo el municipio para el cursado de carreras a distancia y la realización de capacitaciones

Ajuste

Combustibles, telecomunicaciones, gas, energía y prepagas aumentan en noviembre

Redacción Regionalisimo
Pais01/11/2025

Mientras el Gobierno avanza con su reforma laboral y mantiene salarios estancados, el costo de vida sigue escalando. Ganando el mismo sueldo deberán afrontar aumentos en salud, combustibles, gas, energía, telecomunicaciones, alquileres entre otros. En la mayoría de los casos los aumentos están por arriba del índice inflacionario

Suscríbete gratis al Boletín Informativo para recibir periódicamente las novedades