Fuerte repudio de CGT San Francisco a clínicas por el cobro de copagos

(El periódico) La CGT San Francisco emitió este miércoles un duro comunicado repudiando la decisión del Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba, que decidió –según manifestaron desde la central gremial- “arbitrariamente el cobro de un bono extraordinario no reintegrable a todos los afiliados a obras sociales sindicales (también prepagas).

“Negamos enfática y rotundamente que los honorarios que abonan las obras sociales sean más bajos que los que establece el arancel ético, y que se demoren entre 60 y 180 días en el pago de los mismos. La realidad de los hechos es que todas las obras sociales tienen vigente un contrato, el cual está siendo incumplido por los profesionales de la salud, no habiendo dado la posibilidad siquiera de negociar los mismos y tomando esta medida en forma intempestiva y extorsiva”, asegura el escrito firmado por los dos secretarios generales: María Paula Cabrera y Claudio Rivolta.

Según afirman, la mayoría de las obras sociales están abonando los honorarios y facturación en un plazo máximo de 30 a 45 días, término que siempre fue aceptado por los profesionales.

“Hoy, argumentando el contexto socioeconómico que vive el país, (como si ellos fueran los únicos perjudicados) y no pensando en que dicho copago tiene que salir del bolsillo de los trabajadores afiliados, que también viven una realidad inflacionaria, pero sobre todas las cosas viven de un único ingreso que es su salario. Lo que sí podemos afirmar es que el cobro de lo denominado ‘plus’ no deja de ser un cobro adicional, arbitrario, extorsivo y deshonesto que se le realizan al paciente y por sobre todo un cobro en negro ya que, en ningún caso, se le emite al trabajador un recibo o factura que respalde el monto abonado por él”, agregaron.

Por último, la CGT apeló a la buena voluntad de los profesionales médicos, a fin de que reviertan de forma inmediata esta decisión y tomen dimensión del perjuicio que están ocasionando a los trabajadores y a sus familias, no solo económicamente, sino en algo que no tiene precio como lo es su salud: “No estamos en el mismo barco, estamos en el mismo mar, unos en yate, otros en lancha, otros en salvavidas y otros nadando con todas sus fuerzas”, concluye el escrito.