
Las mujeres del fentanilo: nuevas mujeres coraje de la Argentina saqueada por la comunión de los intereses privados y los nichos de corrupción estatales. Ellas dicen que hay que despertarse. Que a cualquiera le pueden inyectar veneno mientras no exista ningún tipo de control sobre lo que llegan a los brazos de las y los pacientes en hospitales o sanatorios.







“Agregó que “Acindar se convirtió en una especie de fortaleza militar con cercos de alambres de púas. Los oficiales policiales que custodiaban la fábrica se alojaban en las casas reservadas para los ejecutivos de la empresa...".









