La Macro:  el nombre de la bestia

(APe).- Todo cambia.  El número 666, el número de la bestia, es el signo de este sistema que representa un fracaso total para Dios, y se refiere al nombre o al número de una persona. En esta época de pura digitalidad, el 666 lo cambio por LA MACRO. O sea: la bestia es la economía financiera donde las personas reales, en este capitalismo real cuentan, pero son números negativos. (¿se acuerdan cuando se hablaba de socialismo real?   Bueno, esto es capitalismo real). La Macro es lo que debe ser destruido. Pero la MACRO no piensa suicidarse. Habrá que matarla. Parece que no es la ésa la decisión de la llamada oposición. Como identidad autopercibida, deviene conjetural. (Todavia hay confusión no ingenua entre sexo y género) Digo que sea realmente oposición.
No olvidar que la MACRO tiene como crucifijo invertido la denominada deuda externa que es la estafa piramidal más brutal. Frente a la cual Cositorto es apenas un padawan1. Y la MACRO ha logrado que la democracia autopercibida haya pagado siempre. Siempre. O sea: no importa qué gobierno gane, la MACRO sabe que ganará siempre.
Creo que no hay plata.  O sea:  no queda plata luego de que la MACRO y sus numerosas factorías pasa el rastrillo. Obviamente, en los planes de la MACRO está subsidiar a los falsos profetas, incluso los del capitalismo serio, el capitalismo en joda, el capitalismo con rostro humano, el capitalismo sin rostro.

Antes, o sea hace unas décadas, se decía que los planes de ajuste no cerraban sin represión. Hoy no cierran sin genocidio. Y frente al genocidio, el código penal se archiva.  La planificación del genocidio es cruel y la MACRO es crueldad, o sea, la planificación sistemática del sufrimiento. El código penal es para delitos de personas, no de Estados. Y la MACRO está apalancada en los Estados. La voluntad de las personas, que alguna vez fue pueblo, ¡¡afuera!!! Nadie votó el genocidio, pero el genocidio está. No conviene jugar en el bosque. Y estamos jugando en el bosque de la democracia al menos desde 1983. El topo del Estado es un topo clasista y reaccionario. Es solamente para generar excedentes para la MACRO.
El genocidio está planificado y no se oculta. Se exhibe. Es el verdadero porno. Discapacitados, a los cuales sus necesidades especiales son pisoteadas. Las y los jubilados, los pobres de cuerpo que además son pobres de espíritu. Al revés que Jose Martí, la MACRO prefiere el mar al arroyo de la sierra. Y José Martí enfrentó en combate a la MACRO de esos tiempos. Actualmente hay protesta, alguna queja, pero no hay combate. Algunas y algunos llaman a esto institucionalidad.
 La MACRO festeja.
Un tango sublime dice: “ni el tiro del final te va salir”.  Yo digo: “ni las sobras del banquete te van a dar”.  A ver si con las sobras niñas y niños sobreviven y alguna vez deciden aniquilar a la MACRO.  Herodes revisitado. Y mejorado.
¿El hijo de Dios habrá sido asesinado en Gaza? ¿O en el Chaco argentino? No puedo saberlo. Quizá porque no quiero aceptarlo.
Hace poco se homenajeó al Lobito Rodríguez Saá. Adhiero totalmente a ese homenaje. Otro que no era el Lobito, pero igual hizo lo suyo, defoltéo la deuda externa. El Adolfo Rodriguez Sáa. Duró una semana como Presidente. Una semana son menos que segundos para la MACRO. Pero vale como botón. Es decir. Como analizador. 
Si Herodes está actualizado, actualicemos a Jauretche. Y a William Cooke.  Y a Evita. Al Che. Y cito distintas formas de combate.
Ni protesta ni queja.  Combate.