
El presidente y su cohorte tienen gráficos de barras en lugar de corazón. No rompen superávits los jubilados ni los discapacitados. Sí los empresarios héroes y los evasores con bajas de impuestos y blanqueos liberados. 4.700.000 chicos no reciben los alimentos necesarios. 2.100.000 tienen hambre. Pero eso no toca corazones ni cambia nortes.