Record de participación logró el 9° encuentro de motos y autos clásicos

Cerca de 190 autos de distintas épocas y motos de alta cilindrada participaron del encuentro concretado en el Parque Central de la ciudad, en que los mismos fueron expuestos junto a stand de accesorios, artesanos y un espacio gastronómico muy bien montando.
El ruido de los motores de los autos que iban llegando procedentes de distintos lugares de la provincia de Córdoba y Santa Fe que llegaban con la intención de mostrar los mismos al igual que las motos en su mayoría actuales para ir poblando el parque central para conformar un record de participación en esta 9° edición al reunir a cerca de 190 vehículos.
El evento organizado en forma conjunta entre la Agrupación Autos Antiguos Morteros, Asociación Deportiva 9 de Julio y la Municipalidad local reconoció a Miguel Demarco por su contribución al desarrollo de esta disciplina y construir una réplica de uno de los Torinos que participó en la legendaria prueba de Nurburgring. Su hijo Pablo al recibir la plaqueta de reconocimiento, agradeció al grupo por «este reconocimiento que le están haciendo a mi viejo. Está con nosotros».
Las alrededor de 800 personas que llegaron al encuentro fueron observando el trabajo de restauración, las modificaciones en otros casos y los originales en sus distintos modelos sin faltar la identificación con la marca de preferencia, como así también de la existencia de algún auto que en algún momento estuvo en la familia, sin faltar en los amantes de los deportes mecánicos el recuerdo de los grandes premios que en la década del sesenta y setenta pasaron por rutas de nuestra región.
El espectáculo denominado Kamikaze en la que los hermanos Cravero de Tacural y Agustín Garnero de Morteros con una Chevy, un Opel K y un Taunus preparados para preparados para mantener derrapes controlados a altas velocidades, conocidos como drifting, que significa a la deriva con autos lograron concentrar la atención en la rotonda de Bv 25 de Mayo, Bv. Illia e Irigoyen, sumándose Mauro Viano con su Chevrolet Champión de fines de la década del veinte haciéndolo marcha atrás, dando un marco diferente al desafiante movimiento.
La presentación de bandas de rock le dieron un fuerte marco musical, mientras los espectadores y protagonistas disfrutaban desde el patio de comidas con el servicio de Nueve Lunch, mientras fueron desarrollando juegos a través de prendas que debían resolver mediante el uso del teléfono celular