
En esta navidad desde la rebeldía de Jesús echemos a los perversos crucificadores
Los mensajes de navidad nos transmiten que es un tiempo de paz y amor como mecanismo de imposición de la felicidad a pesar de que no tengamos un plato de comida y no podamos cubrir las necesidades básicas. Al igual que obligaron a Jesús a abrigarse entre animales poniéndolo en el lugar de una bestia, en la actualidad a muchos seres humanos se los ubica en el mismo lugar para el sometimiento y explotación.







Sigo escribiendo con la certeza que ya nadie lee. Y para acompañarme leo a Silvana Melo y no puedo dejar de conmoverme: “Pero nadie nos quitará la alucinación de haber sido felices multitudinarios. Por espasmos. En las tribunas infinitas de esta brujería. Por un pibe adulto y planetario. Que parece jugar el juego de todos en el ajedrez donde fuimos y seremos peones”. Ante tanta bella contundencia, vacilo. Ni yo tengo ganas de leerme. Me alegra mucho que una selección de la Argentina juegue tan bien al fútbol. Y que gane porque juega mejor, y no a pesar de jugar peor, como reza el catecismo resultadista.











